victoria, carolina neira campos, para nosotras

Por Carolina Neira Campos

Recientemente una amiga me hizo esta pregunta y no pude dejar de recordar cuando yo misma me enfrenté a esta interrogante. No es el sentimiento más agradable del mundo ni es muy fácil combatirlo. La buena noticia es que innegablemente debe ser abordado desde adentro hacia afuera y tenemos a un especialista en ello: DIOS TRINO, y nos asegura la victoria.

Si estás pasando por algo así o crees que puedes ayudar a alguna amiga a superarlo, te animo a seguir leyendo…

Revelación

Claramente, Dios ha estado revelando en tu vida que estás sumida en la autocompasión. No se revela solo por arte de magia y es muy difícil aceptarlo, aunque nuestros cercanos nos adviertan de ello.

La autocompasión se manifiesta dado un dolor provocado, muchas veces, por alguien que estimamos y de alguna manera nuestro ser cree que somos merecedoras de ese agravio. Esa mentira se arraiga con fuerza en nuestro corazón y será el principal obstáculo para sanar (Romanos 12.2 nos motiva a cambiar nuestra forma de pensar para conocer la perfecta voluntad de Dios). No obstante, estoy convencida de que si Dios te ha mostrado este sentimiento también está interesado en sanarte.

Lee: Mentiras: es hora de hacer sus maletas

En estas líneas pretendo contarte lo que hice para alcanzar la restauración y en el próximo apartado te contaré lo que Dios me mostró que era necesario cambiar para tener victoria. Quizás algo de eso también te esté ocurriendo a ti.

VERDADES QUE LLEVAN A LA VICTORIA:

A) En el único lugar que Dios te hablará será en esos momentos a solas contigo… hay cosas que crees que están muy claras, pero será necesario que Dios te dé más claridad. Puede que sepas muy bien lo que te ha pasado últimamente y creas que es el motivo que gatilló este sentimiento, pero puede haber más trasfondo…

B) Nadie más conoce tu corazón como Dios. Será bueno que pidas ayuda a especialistas cristianos, consejeros en tu congregación o personas que consideres de oración y que te amarán en el proceso, pero sólo Dios podrá darte la victoria!!

C) A pesar de lo que puedas creer o por lo que estés pasando o lo que hayas hecho, Dios quiere tener una relación contigo, así que anímate a acercarte al Padre para disfrutar de su presencia.

TIEMPO A SOLAS

Es muy importante que pases tiempo a solas con Dios, para que Él traiga más revelación y sanidad a tu vida. No sé si lo tienes como un hábito espiritual, si no lo has hecho nunca o si por lo que has pasado te has alejado de conversar a diario con el Padre. Pero hoy es tiempo de volver a buscar esa intimidad, es el gran secreto de la victoria.

Para que tu tiempo con Dios sea fructífero te recomiendo que lo organices de manera intencionada… lugar, horario, coloca tu celular en modo avión, vestuario cómodo y abrigado si es necesario, música, algo para picar, tu biblia, cuaderno de apuntes y un lápiz (podrías requerirlo). Piensa en un tiempo y lugar donde no seas incomodada por llamadas telefónicas que debas atender o quehaceres que no puedas soslayar. Por experiencia te recomiendo tener una caja de pañuelos… a veces (o muchas veces) lloramos. “Los planes bien pensados y el arduo trabajo llevan a la prosperidad, pero los atajos tomados a la carrera conducen a la pobreza.” (Proverbios 21:5 NTV)

Y AHORA QUÉ?

Más arriba ya había mencionado que contamos con un especialista y, más aún, está muy interesado en caminar contigo esta senda de sanidad. Así que no desaprovechemos esta ayuda.

En el tiempo a solas debes insistir que sea un diálogo. Espera las respuestas. Pídele a Dios que tus oídos sean abiertos a lo que Él quiere decirte. Recuerda que como ovejas debemos reconocer la voz de Nuestro Pastor.

Ahora te mostraré una manera de cómo orar a Dios y versículos que puedes reclamar como promesas.

 A Dios Padre

a) Ora pidiéndole que te muestre su gran amor, para que confiando en eso puedas experimentar la verdadera sanidad. Que se muestre como Padre fiel y amoroso. Que nos quiere como princesas en su Reino, su especial tesoro, la niña de sus ojos…

b) Pídele que sea tu revelación para descubrir cuáles fueron los momentos dolorosos que hacen sentirte así (aunque parece obvio, Dios podría revelarte otras cosas)

c) Ahora que ya sabes qué sucedió y quién lo causó, pregúntale a Dios ya no por el dolor sino por qué ese dolor te afecta de esta manera… por qué es tan significativo para ti.

Versículos sobre el Padre

Isaías 64:8 Mas ahora, oh SEÑOR, tú eres nuestro Padre, nosotros el barro, y tú nuestro alfarero; obra de tus manos somos todos nosotros.

Salmos 103:13 Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen.

2 Corintios 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación,

Salmos 68:5 Padre de los huérfanos y defensor de las viudas es Dios en su santa morada.

Mateo 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, saben dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más su Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?

Mateo 3:17 Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido.

1 Pedro 1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien, según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos,

Juan 3.16: »Pues Dios amó tanto al mundo que dio a su único Hijo, para que todo el que crea en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.

Romanos 5.8: “pero Dios mostró el gran amor que nos tiene al enviar a Cristo a morir por nosotros cuando todavía éramos pecadores.”

Jeremías 31.3: “«Yo te he amado, pueblo mío, con un amor eterno. Con amor inagotable te acerqué a mí.”

Deuteronomio 4.7: Pues, ¿qué gran nación tiene un dios que esté tan cerca de ellos de la manera que el Señor nuestro Dios está cerca de nosotros cada vez que lo invocamos?

 A Cristo

a) Si hablamos de heridos y maltratados tenemos el ejemplo perfecto. Sabe bien cómo te sientes… te comprende ya pasó por eso. Recuerda que él cargo nuestras heridas y tuvo la victoria.

b) Pídele que te ayude a confiar en Él y que te dé nuevas fuerzas.

c) Agradécele por haber cargado este dolor que te angustia, porque sola no podrías llevarlo. Él ya lo hizo. Tu victoria está basada en la victoria que Él tuvo en la cruz.

d) Pídele a Jesús que te muestre que Él ha estado contigo en ese dolor y cuánto se ha entristecido contigo.

e) Recurre a la paz de Jesús para que no tengas miedo… Él la ha puesto a tu disposición.

Versículos sobre Jesús

Isaías 53.5: “Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados.”

Lucas 19.41: Al acercarse a Jerusalén, Jesús vio la ciudad delante de él y comenzó a llorar

Salmo 23: “El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas…”

Isaías 40.31: “pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas;…”

Mateo 1.23: “…y lo llamarán Emanuel, que significa “Dios está con nosotros”

Mateo 11.28 “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.

Mateo 28.20 “…Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”

Hechos 10.36: “Este es el mensaje de la Buena Noticia para el pueblo de Israel: que hay paz con Dios por medio de Jesucristo, quien es Señor de todo.”

Colosenses 1.20: “y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz.”

Mateo 17.7: “Entonces Jesús se les acercó y los tocó. «Levántense – les dijo – no tengan miedo»

Juan 16.33: Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo.

 Al Espíritu Santo

a) Él siempre ha estado contigo y en ti. De hecho, camina a tu lado. Reconócelo en tu día a día.

b) Déjalo que haga su obra. Que traiga luz para que veas con claridad.

c) No dejes las heridas abiertas. Pídele que traiga su consuelo y empiece a sanar esas heridas. Ruega para que el Espíritu Santo traiga vida a tus días y te dé propósito.

d)Pide por justicia. En Él tienes al mejor abogado defensor y se preocupará en traer justicia y victoria a tu vida.

Versículos sobre el Espíritu Santo:

Juan 16.13: Cuando venga el Espíritu de verdad, él los guiará a toda la verdad.

Juan 15.26: A ustedes yo les enviaré al Consolador, el Espíritu de verdad. Él vendrá del Padre y dará testimonio acerca de mí.

Juan 14.16:  Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con ustedes para siempre.

Juan 14.26:  Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les hará recordar todo lo que les he dicho.

Romanos 8.11: Y, si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.

CUANDO TENGAS TUS TIEMPOS A SOLAS CON DIOS, VUELVE A HACER LAS PREGUNTAS HASTA QUE TENGAS LAS RESPUESTAS QUE TU ALMA NECESITA.

Considera que la autocompasión se podría traducir como ¿por qué me está pasando esto a mí?

no dejes de preguntarle a Dios…

está muy interesado en responderte.

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