Jesús, el Consolador
El corazón de Jesús se movía por la compasión y al irse nos dejó su Espíritu para que experimentemos su consolación.
El corazón de Jesús se movía por la compasión y al irse nos dejó su Espíritu para que experimentemos su consolación.
En nuestra cultura los grandes son servidos y los que sirven son humillados. Pero Jesús es siervo y nos da una tremenda lección.
Cuando creemos que tenemos las riendas de nuestra vida y lo estamos haciendo bien, todo se nos desmorona y debemos reconocer que Jesús es Rey.