Siguiendo nuestro propósito
Hemos comenzado un nuevo año que, como todos, nos llena de incertidumbre y nos hace caer en la ansiedad. Sin embargo y a pesar de todo lo que pudiese venir, debemos seguir hacia nuestro propósito.
Hemos comenzado un nuevo año que, como todos, nos llena de incertidumbre y nos hace caer en la ansiedad. Sin embargo y a pesar de todo lo que pudiese venir, debemos seguir hacia nuestro propósito.
Sabía que no podríamos solas y como ya vimos, sigue intercediendo por ti y por mí. Su amor por nosotras fue tan maravilloso que terminó siendo un ejemplo de dolor.
Eran los últimos días de Jesús en la tierra y estaba dando las últimas lecciones a sus discípulos. Lo que vendría no era tan bueno, pero les daría su Espíritu.
El corazón de Jesús se movía por la compasión y al irse nos dejó su Espíritu para que experimentemos su consolación.
En nuestra cultura los grandes son servidos y los que sirven son humillados. Pero Jesús es siervo y nos da una tremenda lección.
Cuando creemos que tenemos las riendas de nuestra vida y lo estamos haciendo bien, todo se nos desmorona y debemos reconocer que Jesús es Rey.
Hay muchas situaciones que consideramos muertas y lloramos por ellas. Pero Jesús es el Príncipe de la Vida que resucita lo que ya no tiene esperanza.
En la vida tenemos muchos referentes que nos aturden con su carisma y muchas veces nos desvían a barrancos. Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.
Nuestros ojos creen ver, pero estamos irremediablemente vendados a no ser que Jesús venga a sacar las vendas espirituales que nos molestan.
Muchos le temíamos a la oscuridad y sin darnos cuenta vivimos en medio de ella. Jesús es la luz del mundo y de nuestros corazones. Ven a Él.