Solo a Él
Por Carolina Neira Campos
Mientras más pienso en la invitación de Jesús “Sígueme y Yo te enseñaré a pescar”, más me doy cuenta de lo profunda que es. Sígueme también nos confronta a mirarlo solo a Él.
Hemos visto que este llamado de Jesús a sus discípulos hace dos mil años y a nosotros hoy, nos lleva a tomar riesgos, a salir de nuestra zona de confort y menospreciar la comodidad. También vimos que nos mueve a imitarlo a Él, seguir sus pisadas, amar como Él ama y perseverar cómo Él lo hizo. Además, podemos tener la seguridad de su compañía permanente, cualquiera sea el camino que nos toque transitar.
Ahora quisiera llevarte a reflexionar sobre otra implicancia de seguir a Jesús: la exclusividad. Cuando Jesús dice SÍGUEME, también nos está diciendo DEJA DE SEGUIR OTRAS COSAS. Solo a mí, sólo a Él. La vida está llena de ofrecimientos y luces de neón que nos encandilan, nos distraen y nos hacen pensar que son merecedoras de nuestra atención y seguimiento. Por ejemplo, las 5 P´s del desvío: popularidad, plata, posesiones, poder y pasiones.
Cuando se le acercaban a Jesús, siempre fue claro en las condiciones. Dijo: El que quiera ser mi discípulo, niéguese a sí mismo (Mateo 16.24) y al joven rico le dijo “Vende todo” (Mateo19.21). Esto nos habla de renuncia, de abandonar otros ideales por seguirlo solo a Él. Es incluso, morir a nuestras propias pretensiones para abrazar todo lo que Jesús tiene preparado para nosotros. Debemos aprender a confiar en el Señor de todo corazón, y no en nuestra propia inteligencia (Proverbios 3.5).
Un viaje en carretera
Me imagino un viaje en auto por la carretera. Dirigiéndonos a un lugar maravilloso, que no conocemos, pero que el conductor del vehículo nos ha encantado diciendo que es lo mejor que pudiésemos conocer. Y no solo el destino, sino el trayecto. También nos va relatando todo lo que va pasando a nuestro alrededor, pero nosotros vamos mirando nuestros celulares. Sí, vamos con él, pero no le tomamos atención, no vamos aprendiendo de él, ni le hacemos caso: estamos enfocados en otra cosa. Lo mismo sucede con nuestra vida cristiana.
Jesús nos insiste: Busquen las cosas del cielo, no las de la tierra (Colosenses 3.2), busca primero el reino y todo el resto vendrá de propina (Mateo 6.33). Esto no significa que lo sigamos solo por los panes y los peces. Jesús les dijo a quienes creían en Él: —Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres
(Juan 8:31-32). Seguirlo trae sus recompensas, pero si lo seguimos solo a Él.
Tal vez te parezca que Jesús quiere coartar tus decisiones y sueños, pero su compañía y exclusividad te dan libertad. Seguirlo solo a Él traerá vida, bienestar y gozo, como dice su promesa (Deuteronomio 5.33).
En este nuevo año, Jesús te llama a seguirlo con todas sus letras. Considera esto cuando tomes decisiones, recuerda que Jesús no solo dijo ser el único camino (Juan 14.6), sino también la única luz (Juan 8.12) que te alumbra y te aleja de vivir una vida a tientas.
En este nuevo año: Síguelo.