Promesas que se cumplen
Por Carolina Neira Campos
Faltan pocos días para fin de año. Ya pasamos una fiesta y nos preparamos para una nueva celebración: despedir el 2021 y darle la bienvenida al 2022.
Seguramente aún tienes esos adornos de Navidad que te recuerdan que las promesas de Dios se cumplen siempre. Este hecho fue magnífico, marcó la historia, y la dividió en dos: antes de Cristo y después de Cristo. Pero, aunque es maravilloso celebrar que el precio de nuestra paz nació en una fecha cercana a esta, hay otro evento aún más decisivo y trascendente en el cual debemos prestar atención: Jesús vendrá otra vez.
Mientras que su primera venida fue en lo oscuro y oculto de una pesebrera del pequeño pueblo de Belén, su segunda venida será grandiosa y a la vista de todo el mundo. Solo unos pastores llegaron ese día del nacimiento más algunos animales que acostumbraban dormir allí, pero todos seremos espectadores en primera fila cuando Jesús venga otra vez. Una estrella le indicó a los magos que Jesús había nacido y una luz como de relámpago será vista por todos cuando regrese.
Ese pequeño niño, aunque era Dios, desestimó su naturaleza y vivió como cualquier ser humano. Nació de una virgen, creciendo en familia y luego llevó su ministerio por tres años. Fue humillado y abandonado por su propio pueblo, juzgándole y clavándolo en una cruz. Ahora, Jesús vendrá como Dios, ya no para contarle al mundo que tiene la paz garantizada, sino para juzgar a las naciones y tomar consigo a los que hemos creído en su palabra. Y todo esto será en un abrir y cerrar de ojos.
Son muchas promesas
No es necesario esperar hasta la próxima Navidad para celebrar el cumplimiento de las promesas de Dios. Son tantas y tan diversas que podríamos estar celebrando cada día de nuestras vidas. Ha prometido acercarnos a Él, acompañarnos en todo momento, ayudarnos en tiempos de confusión, calmarnos en tiempos de angustia. Darnos fuerzas cuando ya no tengamos ninguna, en otras palabras, ser nuestro suficiente cada día.
En uno de los primeros libros de la Biblia, dice lo siguiente: “Reconoce, por tanto, que el Señor tu Dios es el Dios verdadero, el Dios fiel, que cumple su pacto generación tras generación, y muestra su fiel amor a quienes lo aman y obedecen sus mandamientos” (Deuteronomio 7.9). Siempre cumplirá sus promesas, porque es fiel, no miente y aunque sintamos que tarda, tiene los tiempos perfectos para llevar a cabo todos sus planes.
Uno de estos días comenzarás a guardar todos los adornos navideños, pero quiero hacerte una invitación: reflexiona en esa promesa que Jesús vendrá por nosotros un día. No sabemos cuándo, tampoco lo sabían en el tiempo de José y María, pero la promesa se cumplió. Así será con su segunda venida, lo veamos o no, lo creamos o no, Jesús volverá a reunirse con todos los que hayamos creído en Él. ¿Serás parte de este grupo?
Promesa del Año Favorable del Señor
Cuando Jesús estuvo en la tierra y recién estaba comenzando su ministerio dijo: “He venido para traer buenas noticias y proclamar el año favorable del Señor” (Lucas 4.19). La buena noticia es que Jesús nos ha acercado al Padre, ya no tenemos que hacer nada de rituales ni religiosidades, solo creer. Vino a consolar a los que están tristes; a darnos corona, en vez de cenizas; alegría a los corazones enlutados; y, dar vestido de fiesta a los que están deprimidos.
Aún estamos en el año favorable del Señor. Aún tenemos la oportunidad de acercarnos a Él con confianza y disfrutar su consuelo. Su próxima venida dará por finalizado el año del Señor, el fin de ese ciclo y el comienzo de uno nuevo: Juntos para siempre con él.
Deja algún adornito por ahí, para que cada día te recuerde que así como Dios cumplió su promesa de enviar a un Salvador, cumplirá cada promesa sin faltar ninguna de ellas. Solo debes creer.