llamado, carolina neira campos, para nosotras

Por Carolina Neira Campos

El otro día, estaba esperando un llamado. Realmente, nadie debía hacerlo, pero tenía la esperanza de que alguien me llamara. Necesitaba conversar… desahogarme… liberarme… descansar.

«Vengan a mí todos los que
están trabajados y cansados y yo les haré descansar»


Repentinamente, el teléfono comenzó a sonar, pero la decepción no se dejó esperar. Algo sucedía con la señal telefónica y no podía entender lo que me decían. Gritaba sabiendo que había «alguien allí», sin embargo, no tuve otra alternativa que colgar. Nuevamente, el teléfono comenzó a sonar, pero lo mismo sucedió otra vez.

Días después, un amigo me dijo que él me estuvo llamando, que escuchaba mis gritos pero que no pudo hacerse oír. Tuve que reconocer que mi teléfono estaba malo y que debí llamar al técnico.

Dios nos ha llamado

¿Cuántas veces nos habrá telefoneado Jesús? 

Está invitándonos diariamente, en cada momento a descansar en Él.

Si nuestro receptor está dañado, procuremos una solución para que podamos escuchar su llamado, pues al otro lado de la línea estará Él esperándonos para darnos el descanso que necesitamos.

 

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