El Pan de Vida
Ya vamos en el capítulo 6 del libro de Juan y en esta oportunidad, el apóstol nos muestra a un Jesús como el pan de vida, cercano a la cultura y con una ilustración que a nadie dejará sin entender.
Jesús acababa de alimentar a más de 5000 personas, precisamente con pan y pescado, milagro que sirvió de antesala para presentarse a Él mismo como pan de vida. A pesar que está interesado en satisfacer nuestras necesidades físicas, necesita dejar claro que su verdadera misión es dar vida a los que creen.
Este pan no es como el maná que cayó del cielo sino es el que descendió del cielo para dar vida eterna. Quien comiera de este pan nunca tendrá hambre.
En nuestra cultura el pan es un alimento esencial en cada mesa. A veces podría faltar otra comida pero si tenemos pan, podemos saciar el hambre.
Jesús se compara con el rico pan.
Pero, ¿por qué Jesús se compara con un bocadillo de tan fácil receta? Simplemente porque era conocido por los judíos, no era una metáfora sobrenatural o lejana de entender, era una realidad cotidiana para ellos y para nosotras. Además, Jesús estaba intentando revelar su próximo sacrificio y esta ilustración le servía plenamente. Al igual que el trigo, Él debía morir, echado en tierra y luego, su resurrección traería mucha vida. No escatimó su deidad. Se entregó por completo por ti y por mí, para que no busquemos saciarnos en logros profesionales, estatus sociales, relaciones amorosas, …, sino sólo en Él.
Cuando pasamos por ciertas agonías, recurramos al que lo sufrió todo y más por nosotras, que conoce bien por lo que estamos pasando y que aun así, no abrió su boca. Quiere ser nuestro alimento espiritual y darnos vida en abundancia. Ahora, al servirte un trozo de pan, piensa en su preparación, pártelo y reflexiona en lo que Jesús sufrió por ti y lo que tiene para darte. Ven y come gratuitamente, Él ya pagó todo!!!
