Dios nos defiende: el miedo tendrá que huir.
¡Qué hermoso es disfrutar tiempos de paz y de calma! Como cuando vamos a una playa y sólo escuchamos los trinos de los pájaros y las olas que vienen y van. Pero nuestra vida no está hecha sólo de algodones y dulces melodías. A veces, pasamos por un valle de sombras que nos llenan de miedo y que parece no acabar. No eres la única y no estás sola en esto.