El mejor Maestro

Nos queda claro que no estamos totalmente capacitados, de hecho es nuestra excusa muchas veces para tomar decisiones. Dios sabe esto, pero nos ha puesto al mejor Maestro: Él mismo.
Cuando Jesús llama a sus discípulos a seguirlo, el ofrecimiento también incluía un curso completo de capacitación para lo que se venía, otorgado por el mismo Jesús. Yo te enseñaré, les dijo a cada uno, no otro.